Sabían que el clima afecta a nuestra salud? Nuestra actitud, día a día y personalidad depende mucho del ambiente que nos rodea. ¿Tendrán actitudes iguales los que viven en Siberia que los que viven en Ecuador? Probablemente no, y os explico por qué. El año pasado tuve la oportunidad de viajar a Bolivia en pleno verano austral. Las temperaturas no bajaban de los 30 ºC, las ganas de caminar, pasear y hacer cosas se esfumaban con el mercurio marcando valores tan altos.
Es un saber generalizado que durante los episodios de calor o mucho frío, nuestro estado anímico y la energía para hacer cosas son bastante diferentes a las que se pueden hacer en otoño o en primavera. En los eventos calurosos, por ejemplo, la tensión y la glucosa bajan, por ello nos sentimos sin energía y con falta de atención. En cambio, en los
episodios fríos la tristeza, la ansiedad y la aflicción se puede apoderar de nosotros.
Pues bien, tenemos la suerte de poder decir que el mejor estado de ánimo se relaciona con las temperaturas moderadas, tanto en los inviernos como en los veranos. Según un estudio publicado en la revista Nature en el año 2017, aquellos que crecieron en ambientes demasiado calientes o muy fríos eran más introvertidos que los que vivían en áreas templadas.
Un equipo internacional de investigadores de varias universidades concluyeron que la temperatura ideal para nuestro estado de ánimo sería entre los 20 ºC y 25 ºC. Un resultado extraído después de más de 7 años analizando millones de publicaciones a través de Facebook y Twitter.
En consecuencia a esto, vemos que no es del todo errado el caracterizar a una población como «gris», ya que el clima tiene influencia sobre el carácter individual y colectivo. También alrededor de 60% de la población somos «meteorosensibles» y mostramos cambios de ánimo ante los fenómenos atmosféricos, ya sea antes de una fuerte lluvia o
durante periodos extremos de altas o bajas temperaturas. ¿Y usted está preparado para el invierno?
