MONTREAL/BOGOTÁ 16 dic (Reuters) – América Latina está atrayendo inversiones tempranas para combustible para aviones producido a partir de materiales como residuos forestales y aceite de palma, ya que las aerolíneas conscientes de las emisiones buscan en los mercados emergentes combustible menos contaminante para impulsar vuelos, dicen ejecutivos de la industria.
Si bien la mayor parte del combustible de aviación sostenible, o SAF, se produce en los Estados Unidos, Europa y Singapur, América Latina está emergiendo como un mercado en ciernes. Esa demanda está impulsando las primeras inversiones y reviviendo el debate sobre el aceite de palma, que se ha enfrentado a boicots en el sudeste asiático por preocupaciones laborales y ambientales .
El impulso se produce cuando la industria enfrenta una nueva presión para frenar la contaminación, con la agencia de aviación de las Naciones Unidas apuntando a cero emisiones netas para 2050 y los negociadores se apresuran a llegar a un acuerdo el lunes en una cumbre de Montreal para proteger la naturaleza .
Si bien SAF no se produce actualmente en América Latina, la unidad Performance Materials and Technologies (PMT) de Honeywell (HON.O) está hablando con las empresas sobre 12 proyectos SAF propuestos en la región valorados en miles de millones de dólares, frente a los tres proyectos en 2018. dijo un ejecutivo a Reuters.
«Tenemos dos que vamos a anunciar… en 2023», dijo José Fernandes, presidente regional de Honeywell PMT, que apoya a las empresas en la conversión de aceites y grasas vegetales en SAF. «Latinoamérica en este momento es realmente un punto caliente para Honeywell».
La compañía estadounidense está trabajando con el productor brasileño de biodiesel ECB Group en una planta de $ 800 millones a $ 1 mil millones en Paraguay con SAF que se espera que esté operativa en 2025.
La producción de SAF, que puede reducir las emisiones hasta en un 80% del combustible convencional, se usa en una mezcla de hasta 50-50 con queroseno y sigue siendo escasa. Debería alcanzar los 300 millones de litros en 2022 según el grupo comercial de aerolíneas IATA, pero eso es menos del 1% del combustible total consumido por las aerolíneas.
A corto plazo, la industria prevé que SAF alcance el 10 % del total para 2030, y el objetivo de cero emisiones netas para 2050 se basa en que SAF represente el 65 %, lo que requeriría 450 000 millones de litros anuales.
Eso ha estimulado una carrera para impulsar la producción de SAF para la aviación, que representa del 2% al 3% de las emisiones globales. Con el suministro ahora limitado principalmente a los centros de EE. UU. y Europa, algunos viajeros están haciendo compras al por mayor , mientras que las aerolíneas buscan nuevas fuentes de SAF en el mundo en desarrollo, donde el tráfico está creciendo más rápidamente que los mercados maduros.
«Para tener éxito, SAF debe estar disponible en todo el mundo», dijo Juan Carlos Salazar, secretario general de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
Según el acuerdo CORSIA de la OACI, la mayoría de las aerolíneas también limitarán sus crecientes emisiones de vuelos internacionales, ya sea comprando compensaciones o utilizando SAF, impulsando la demanda de combustible.
LATAM Airlines de Chile (LTM.SN) , por su parte, dice que favorece el combustible de América del Sur para cumplir con el compromiso de utilizar el 5% de SAF en sus operaciones para 2030.
Producir y distribuir SAF en regiones con un tráfico de más rápido crecimiento como América Latina es clave para cumplir con los objetivos de la industria, dijo Landon Loomis, presidente para América Latina del fabricante de aviones estadounidense Boeing < BA.N>> .
Brasil, el segundo mayor productor mundial de biocombustibles, tiene materia prima más que suficiente, como caña de azúcar, aceite de palma y desechos urbanos, para cubrir sus necesidades anuales de combustible para aviones, dijo Loomis.
Brasil también tiene la tecnología para producir SAF, que es más difícil de fabricar que los biocombustibles para automóviles, dijo un funcionario del regulador de aviación del país. Sin embargo, carece de inversión y política de gobierno, que aún está en revisión.
“Incluso si no nos movemos como gobierno, hay movimiento e interés del sector privado, que ya está creando demanda”, dijo Marcela Braga Anselmi, jefa de departamento de la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC) de Brasil.
El Export-Import Bank de Estados Unidos está interesado en «suscribir y cerrar proyectos financiables que obtengan materias primas renovables» para SAF y diésel renovable, particularmente en regiones como África y América Latina, dijo un vocero.
Los proyectos están surgiendo. La petrolera estatal brasileña Petrobras (PETR4.SA) planea producir diésel renovable y SAF a partir de 2028, mientras que el productor brasileño de etanol Raizen (RAIZ4.SA) producirá SAF para el fabricante de aviones Embraer (EMBR3.SA) . Y Vibra Energia (VBBR3.SA) está trabajando con Brasil BioFuels (BBF) para producir combustible para aviones a base de aceite de palma en 2025.
Algunas empresas de la vecina Colombia, el mayor productor de palma de América según el grupo industrial local Fedepalma, también están considerando fabricar combustible para aviones a partir del cultivo.
Pero los casos de trabajo infantil y la deforestación en los países del mercado de aceite de palma en el sudeste asiático han dificultado la obtención de apoyo mundial para el combustible , dijo el presidente de Fedepalma, Nicolás Pérez.
Ante esa percepción, la productora colombiana de biocombustibles BioD está optando por producir SAF con residuos en lugar de aceite de palma, que utiliza para el consumo doméstico, dijo la vocera Carolina Betancourt. Está buscando recaudar $ 700 millones a $ 1 mil millones en inversión para abrir una refinería SAF para 2027.
Por otra parte, el productor colombiano de aceite de palma Daabon está en conversaciones para un proyecto estimado de $ 1 mil millones para producir 500 000 toneladas de SAF al año a partir de aceite de palma, utilizando hidrógeno verde. El combustible tendría que ser elegible para uso de aerolíneas bajo el acuerdo CORSIA de la OACI, dijo el consultor del proyecto Pedro Ruano.
Colombia, con el apoyo del Banco Mundial, también está realizando un estudio para demostrar que su aceite de palma no está vinculado a la deforestación y es una opción adecuada para SAF, dijo Pérez de Fedepalma.
“Creemos que la producción de SAF en Colombia… significaría una oportunidad para contribuir a la transición energética y una aviación más limpia, lo que también ha generado un nuevo polo de desarrollo para Colombia”.
Información de Allison Lampert en Montreal y Oliver Griffin en Bogotá; Información adicional de Jake Spring en Sao Paolo y Sabrina Valle en Houston; Editado por Ben Klayman y Lisa Shumaker
